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Mon, May

Con profundo gozo y emoción, la Sociedad de San Pablo celebró este sábado 27 de abril la entronización del beato Santiago Alberione, fundador de la Familia Paulina, en uno de los altares principales del Santuario y Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Barranco. Este acto solemne marca un hito espiritual para la comunidad paulina y para todos los fieles de la parroquia.

La Celebración Eucarística, fue presidida por el padre José Carlos de Freitas Junior, SSP, Superior Regional de la Sociedad de San Pablo de Perú–Bolivia. Concelebraron el padre Alberto Scalenghe, SSP, párroco del Santuario, y el padre Fray Santiago, SSP, vicario. Juntamente con los miembros de la Comunidad Paulina de Lima, los Hermanos Carlos, Naudy y el Clérigo David. Acompañaron la Santa Misa, la feligresía del Santuario y numerosos miembros de la Familia Paulina —Paulinos, Pastorcitas, Institutos de Vida Secular Consagrada y Cooperadores Paulinos—, quienes vivieron este momento como un verdadero regalo de Dios.

Durante su homilía, el padre José Carlos, con voz emocionada, evocó la figura luminosa del beato Alberione, recordándolo como un apóstol incansable de la comunicación y un hombre profundamente enraizado en la oración y la misión. "Santiago Alberione nos enseñó que debemos poner a Jesús Maestro Camino, Verdad y Vida en el centro de todo, para que nuestra vida y nuestra comunicación sean siempre Evangelio vivo", expresó.

El acto de entronización no fue solo el colocar una imagen en el templo; fue, sobre todo, una profesión de amor, gratitud y fidelidad al legado de quien, iluminado por la Eucaristía en la noche del siglo XX, soñó y fundó una Familia que hiciera llegar Cristo al mundo entero a través de los medios de comunicación, la vida pastoral, la contemplación y el anuncio vocacional.

La pintura del beato, elaborada especialmente para este altar por un artista de Cusco, Perú, conjuga la belleza del arte peruano con la espiritualidad paulina, reflejando el rostro sereno y decidido del fundador que sigue acompañando el caminar de la Iglesia.

Al final de la celebración, los presentes no pudieron ocultar su alegría. Muchos se acercaron en silencio al altar, con miradas emocionadas y oraciones profundas, agradeciendo a Dios por este nuevo signo de su presencia entre nosotros a través del testimonio de su beato.

Con esta entronización, la Sociedad de San Pablo renueva su compromiso de seguir "viviendo y dando al mundo a Jesús Maestro”, en fidelidad creativa al carisma recibido, confiados en que la luz del Evangelio seguirá iluminando cada corazón que se acerque a esta nueva imagen del beato en el Santuario.

 

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